Binoculares o Prismáticos
Son pequeños telescopios refractores, los que
tienen incorporado un
sistema de prismas para acortar el tubo de soporte y evitar la
visión invertida. Tienen menor capacidad de aumento que un telescopio,
pero tienen mayor campo de visión. Para impedir las vibraciones,
conviene fijarlos a un trípode fotográfico.
Esquema de unos binoculares. |
Se clasifican por el grado de aumento y el
diámetro de apertura, en milímetros, del lente frontal. Un prismático
7x50, por ejemplo, aumenta siete
veces la imagen y tiene 50 milímetros de apertura.
¿Cómo funcionan?
Los binoculares utilizan una combinación de lentes
y prismas para agrandar las imágenes. Las lentes encaminan la luz y
permiten enfocar la imagen ampliada en el nuestros ojos.
Los prismas permiten que las imágenes que llegan
hasta nuestros ojos provengan desde ejes más separados que nuestros dos
ojos, aumentando la sensación estereoscópica o de relieve de lo que
vemos.
¿Cuándo nacieron?
La creación del telescopio binocular, o
simplemente binoculares, como la de tantos otros inventos, se debe a una
secuencia de eventos que no pueden ser ubicados en el tiempo ni
asignados a personas definidas.
Hay mucho material escrito contemporáneo a Galileo
en el que existen referencias a instrumentos telescópicos pero no hay
evidencia de su construcción y uso.
Lo realmente concreto es que la primera patente para un telescopio la inscribió, en octubre de 1608, Hans Lippershey, un fabricante de anteojos que vivía en lo que hoy es Holanda.
Hans Lippershey. |
Este fabricante solicitó una patente que le diera
derechos de fabricación exclusiva por treinta años. Después de probar
el aparato de muestra, la oficina de patentes pidió a Lippershey que
fabricara un instrumento, con cristal de cuarzo, que pudiera usarse por
ambos ojos.
El 9 de diciembre de 1608, el inventor cumplió el
encargo y el 15 del mismo mes el instrumento fue inspeccionado. Pero,
curiosamente, la patente le fue denegada bajo el argumento de que el
instrumento no era una novedad.
En aquella época el cristal de cuarzo era conocido
por ser un material difícil de trabajar pero con mejor rendimiento que
el vidrio óptico conocido.
Solicitar instrumentos binoculares (para los dos ojos) obedecía a los problemas que presentaban los instrumentos monoculares.
Los clientes de Lippershey sufrían en carne
propia las fatigas oculares luego de unos minutos de usar un telescopio
(mirando con un solo ojo) con un vidrio de mala calidad. Esos mismos
clientes, con sus peticiones y expresiones de cansancio visual,
despertaron la imaginación de Lippershey para crear un instrumento
binocular.
Varios investigadores pugnan por confirmar o
desmentir que Galileo usara, en 1618, un casco provisto de un binocular
para ser usado en un barco, pero también aportan muchas otras
referencias de telescopios binoculares antiguos.
Antiguos binoculares de nácar, para el teatro. |
Entre otras, se mencionan los aportes de Ottavio
Pinani, en 1613; los de Cherubin d'Orleans, quien en 1671 en un libro
sobre el tema incluye ilustraciones y detalles de telescopios
binoculares. También se menciona a Pietro Patroni de Milan como otro
fabricante de binoculares hacia 1700. Patroni parece haber sido un
fabricante exitoso de binoculares y telescopios, ya que sus instrumentos
aparecen entre coleccionistas de antigüedades.
Hacia el siglo XIX, los sistemas de imagen
obtenida de dos lentes espaciados (los instrumentos anteriores a esta
fecha usaban el sistema Galileo, en donde la imagen aparece al revés)
eran usados en telescopios y sin ninguna duda algunos binoculares eran
hechos también de esta misma forma.
El binocular prismático moderno comenzó con la
patente italiana de Ignacio Porro en 1854. Básicamente la innovación
introducida por el instrumento diseñado por Porro consiste en que el
mismo posee dos prismas idénticos en cada cuerpo del binocular. Como los
espejos, cada prisma refleja e invierte la luz fuera de sus lados
empinados. Un prisma revierte la imagen de izquierda a derecha y el otro
prisma invierte la imagen de arriba hacia abajo. (En adelante se
llamará “Prismáticos Porro” a los binoculares con estas características,
en honor a su inventor).
Un modelo moderno. |
Otros fabricantes que usaron la misma
configuración usada en los binoculares prismáticos de Ignacio Porro
fueron Boulanger (1859), Emil Busch (1865) y Nachet (1875).
Una combinación de baja calidad de vidrio y
técnicas de producción no refinadas tuvieron como consecuencia el
fracaso de esta iniciativa. El invento del italiano Porro quedó
rápidamente en el olvido.
El diseñador óptico alemán Ernst Abbe expuso un
telescopio prismático muy similar al de Ignacio Porro en la Feria de
Comercio de Viena en 1873. Los ópticos a quien Abbe presentó su
invención en Vien a no mostraron mucho interés en ese innovador
instrumento. El telescopio Galileo era considerado suficiente en aquella
época, aunque este sólo permitía aumentos pequeños.
El profesor Ernst Abbe abandona su interés en los
instrumentos telescópicos para dedicarse al desarrollo de las bases
teóricas del microscopio moderno en el taller de Carl Zeiss en Jena,
Alemania. Su asociación con el químico Otto Schott, fabricante de
vidrio, y Carl Zeiss, fabricante de instrumentos, resultó en una
espectacular serie de innovaciones para la industria óptica alemana.
Llegamos, de este modo, a 1893, para encontrarnos con una situación más favorable.
Otros dos modelos antiguos para lucirse en el teatro. |
La gran variedad de lentes fabricadas por Otto
Schott, podían ajustarse a los distintos requisitos ópticos de Abbe,
permitiendo la fabricación de los binoculares prismáticos, junto con los
nuevos tipos de microscopio y los objetivos fotográficos.
Es entonces cuando el profesor Abbe retoma el
desarrollo del telescopio prismático y en octubre de 1893 intenta
patentar un binocular prismático con sistema de imagen erigida. En
noviembre de 1893 la patente le fue denegada, aludiendo similitud con
los trabajos anteriores del italiano Ignacio Porro.
El profesor Abbe hizo algunas modificaciones
importantes y en octubre de 1894 se le concedió a Zeiss (socio de Abbe)
la patente para un binocular prismático con una distancia mayor de
objetivo.
Así, los primeros binoculares modernos de alta
calidad fueron vendidos en 1894. Un producto cuyo diseño óptico fue de
Ernst Abbe, la producción técnica de Carl Zeiss y las lentes fueron
fabricadas por Otto Schott.
En las décadas siguientes muchas empresas
produjeron binoculares prismáticos. Uno de los primeros fue Goerz en
Berlín, que en 1897 entró en el mercado con el Goerz Trieder Binocle.
Los éxitos de Zeiss y de Goerz motivaron la
invención de otro sistema óptico de imagen erigida: en 1897 la compañía
Hensoldt fue la primera empresa en introducir al mercado los binoculares
prismáticos con un sistema llamado Roof, 7x30. Este modelo de Henshold
–de7x30- es conocido por los coleccionistas como Penta. Henshold innovó
de alguna manera con su diseño utilizando un pentaprisma, de allí el
nombre.
En 1893 la compañía Bausch & Lomb comienza su
producción de Binoculares y Telescopios bajo licencias autorizadas de
Carl Zeiss en Estados Unidos. En 1896 B&L abre una oficina en la
ciudad de Chicago, 1903 en Boston, 1904 en San Francisco y 1908 en Nueva
York.
Las dos guerras mundiales influyeron fuertemente
en los avances técnicos de los binoculares al convertirse éstos en un
instrumento muy útil en el campo de batalla.
En 1940 se introduce en el mercado el T-óptico
(capa protectora para lentes), que eliminó la pérdida de luz a causa de
la reflexión de la misma en las superficies del lente.
Además del gran aumento de luz, el contraste
también se incrementó, lo cual fue muy favorable para los objetivos del
microscopio y sobre todo para los instrumentos complicados con un gran
número de partes ópticas.
En la década de 1980 se incorpora un nuevo avance a
los binoculares prismáticos de sistema Porro y Roof usados en la
actualidad: a las lentes del instrumento tecnológico se les incorporaron
filtros protectores de rayos laser, principalmente para los binoculares
prismáticos de uso militar.
En la actualidad, los binoculares tienen
aplicaciones muy diversas. Se usan en el teatro, en conciertos, en
estadios deportivos y en museos. También se usan en los deportes
náuticos y pesca prismáticos impermeables. Para la observación
astronómica se requieren prismáticos con alta potencia, una abertura
grande y aberraciones mínimas. Los prismáticos con un campo visual ancho
son útiles para observar las estrellas, nebulosas, conjuntos de
estrellas y cometas.
Un sistema óptico brillante es el mejor para
observar los cielos. Para reducir al mínimo la vibración, se debe montar
el binocular sobre un trípode.
Entre las empresas que fabrican y comercializan
binoculares en la actualidad, podemos mencionar: Bausch & Lomb, que
ofrece varias categorías de buena calidad; Brunton, una compañía con una
tradición excelente en la fabricación de instrumentos y productos para
actividades al aire libre; además de Bushnell, Burris, Canon, Celestron,
Eagle Optics, Fujinon, Kowa, Leica, Meade, Minolta, Nikon, Pentax,
Audubon y Zeiss.
La mayoría de los fabricantes tiene tanta
confianza en la calidad de sus productos que ofrece para ellos una
garantía perpetua o, a lo menos, de veinticinco años.
Finalmente, no debemos olvidar que la historia
del telescopio binocular está muy entrelazada con temas tales como el
desarrollo de la astronomía.
Fuente Internet:
Tomado de una Monografia sobre los binoculares, por Florencia Torres Queirel,
en:
http://home.europa.com/~telscope/histspan.txt
Binoculares
ResponderEliminarYo soy fanática de los binoculares, tengo varios en casa ya que me encanta coleccionarlos y usarlos en mis escapadas rurales. Ahora estoy mirando unos nuevos en la web Discoverydream, tienen muchos modelos y precios geniales.
ResponderEliminarUn saludo
Miriam